La comunidad LGTBIQ y su repercusión en el mundo de las marcas
Las marcas y sus
campañas de marketing han marchado en paralelo a las acciones y conquistas del movimiento
LGTBIQ. En los últimos años ha habido un incremento de marcas que apoyan al
movimiento en cuestión, con lo cual se han convertido en símbolo y han ganado
la simpatía de sus consumidores.
Destaca en este
sentido la reciente campaña de Apple denominada “Pride”, cuyo Smart Watch ostentaba
en su correa los colores de la bandera del movimiento LGTBIQ. Por su parte, Mercedes Benz, en 2017, lanzó un
video como muestra de apoyo a este movimiento bajo la premisa de usar el arte
como la mejor forma de libre expresión. En
similar tesitura 7 ELEVEN aprovechó el mes del orgullo LGTBIQ para decorar una
de sus tiendas en San Francisco y ofrecerla como espacio para la celebración de
matrimonios con personas de la comunidad.
Calvin Klein no ha
sido menos con su campaña #PROUDINMYCALVINS, con la cual se centró en acoger
con beneplácito lo que hace únicos a los miembros de esta comunidad, buscando inclusión
y representación.
Igualmente, existen
marcas que han querido aprovecharse de la publicidad LGTBIQ sin que realmente exista
un compromiso en torno al mensaje que encierra este movimiento, este fenómeno
es identificado como Rainbow Washing.
El Rainbow Washing
suele manifestarse en el mes del orgullo, y lo llevan a cabo empresas, instituciones
u organizaciones que no refieren un compromiso real, mas si un interés voraz en
relación con la atracción de clientes, de manera que solo usan el contexto para
promocionar sus productos o servicios usando los colores del movimiento, lo
cual es ampliamente repudiado.
Como puede advertirse
la identificación de las marcas con la comunidad LGTBIQ no es aleatoria, y el
número de empresas que apuestan por el apoyo va in crescendo. La marca
en su función publicitaria logra la atracción del cliente, su fidelidad y apoyo
definitivo, pero siempre desde una versión leal.
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