Internet: espacio de conflictos entre marcas y nombres de dominio
Internet ha supuesto retos importantes
para el mundo empresarial, lo cual ha ido en paralelo a las ventajas y beneficios.
En tal sentido los nombres de dominio juegan un papel esencial ya que permiten la
identificación del empresario en la red de redes.
Los nombres de dominio son
direcciones en internet, direcciones de fácil reconocimiento por las personas,
ya que se trata de un conjunto de palabras aptas para ser memorizadas: “YAHOO.ES”,
“BLOGSPOT.COM”.
La correlación que se
establece entre las marcas y los nombres de dominio ha dado por sentado una
larga lista de infracciones, decisiones judiciales y quebraderos de cabeza. No
obstante, existen notables diferencias, o sea, su propia naturaleza sienta las
pautas para ello. Una misma denominación puede ser protegida como marca si se
trata de productos que pertenecen a clases diferentes, sin embargo, no sucede
así con los nombres de dominio (al menos en relación con los que pertenecen al
mismo nivel).
Por su parte, el principio de
territorialidad presente en sede marcaria no es de aplicación a los nombres de
dominio ya que estos tienen un carácter transfronterizo, lo cual se traduce en el
acceso desde un ordenador conectado a Internet a la información ubicada en
cualquier parte del orbe.
El auge en torno al uso de
Internet ha atraído al empresario en torno al uso de nombres de dominio, de
manera que estos últimos, se han convertido en un elemento indicador del origen
empresarial y de la calidad y, por tanto, en un activo intangible valioso.
Entre los principales conflictos
entre marcas y nombres de dominio se encuentran los siguientes:
1.
Empresarios con
marcas idénticas o similares con derecho a usar sus respectivos nombres de
dominio idénticos o similares.
2.
Supuestos donde no se poseen derechos
anteriores sobre la denominación, pero se registran como nombres de dominio
para impedir el uso por terceros que sí ostentan tales derechos.
3.
Uso de la denominación como nombre de
dominio de forma leal sin tener un registro sobre la marca que sí ha sido usada
por un tercero.
Igualmente se plantean supuestos
donde se hace uso de nombres y apellidos de personalidades como nombres de
dominio sin la debida autorización o legitimación para ello.
Si bien es importante el uso de nombres
de dominio no debe perderse de vista el respeto a los derechos anteriores, dígase
derechos sobre marcas y otros signos distintivos o derechos inherentes a la
personalidad. En estos casos es mejor precaver que tener que lamentar.
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